Extraña Serenidad

Estoy en un punto de extraña serenidad. Tengo un mundo de cosas por hacer, pero las he ordenado por importancia y al que no le guste, pos cuicuiri.

Me he desecho de aquellos y aquellas que traen problemas de su propia creación. He hablado con ellos, he dado mi opinión, pero la resolución final es cosa de ellos y no mía.

Entre los mas importantes: la que pensó que aprendía portugués en unos cuantos meses. Ve a tratar de impresionar a alguien mas, chata, porque por esta pose, te voy a conceder el titulo de Pendeja del Trimestre.

Segundo lugar: la que estuvo chingando al marido, que se largó de casa y ahora anda chilleteandole para que regrese.

Menciones honoríficas:

Conocí a una chica de 18 años, hija de una amiga, que está bien plantada en sus objetivos y puede llevar una conversación con un adulto. La mamá tiene que estar orgullosa de su hija.

Otra mención al hombre de 36 años que sabe acercarse a Dios y comparte sus conocimientos y comprensión de problemas con los que le rodean.

El Premio de la Persistencia al Problema Irresoluble, bueno ya saben a quien va este...

La peque

Que te cuento, a la mamá de la peque la mandé al cuerno, por utilizarme para llenar sus dias, cuando lo que tiene que hacer es ir a resolver el problema con el vago de su marido. El maridito supo muy bien como bajarle los calzones, pero a la hora de mantenerla ya no quiso o supo.

Ahora, la que tiene un problema es la peque, ante una madre que no sabe que hacer y un padre que está en las mismas condiciones.

Los dos se tienen que poner las pilas, hay una chiquita de 16 meses que va a pagar la inmadurez de mamá y papá.