No fueron vacaciones, pero se ve la vida distinta y la lección a aprender es que para deshacerte de algunos problemas pertinaces es necesario entrarle de frente. Aunque no fue una operación del corazón, sí me abrieron el tórax. La recuperación ha sido lenta, pero constante y segura.
Si hubiera yo postpuesto la operación, el resultado hubiera sido muy claro: la siguiente gripe podría haber sido fatal y no como esta, que se volvió una neumonía de la que casi me muero.
La operación no tenía la posibilidad de que me quedara yo en la plancha, mas allá de los riesgos de una anestesía general, pero si tomó un poco mas de dos horas y media.
Moraleja: no postpongas la solución de tus problemas. Sí postpones la solución a tu problema, te tomará mas tiempo y esfuerzo logarlo. La solución será mas dolorosa y habrá mas gente afectada.
Pero a mucha gente le da miedo entrarle a los catorrazos...
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