Como quisiera tener seis años de edad nuevamente y caminar tomado de la mano de mi padre.
Y quisiera tener ocho años de edad para poder ir a un partido de futbol contigo.
Si tuviera yo diez iríamos los cuatro a Acapulco, pero si tuviera yo doce iríamos a Nueva York. Si tuviera yo dieciseis iríamos a Los Angeles y San Francisco.
A los cuarenta te hubiera yo llevado a chaleco a Londres y a París y recorreríamos los campos de batalla. En Berlín caminaríamos bajo la Puerta de Brandenburgo y en Roma por el Coliseo y el Arco de Constantino.
Recorreríamos mil veces mas la carretera México Monterrey. Contaría yo los fantasmas cuenta kilómetros y vería yo el cielo nocturno otra vez. Comeríamos un pollo rostizado en la carretera o algunas tortas y sandwiches hechos por mamá.
Yo seguiría haciendo la imitación del hijo de Silvestre, el gato de las caricaturas de Warner (Oh padre mio, ¿que dirán mis amiguitos?) Los intercambios de opinión no acabarían nunca. Y te seguiría preguntando de tu mamá y de tu papá.
Me da mucho gusto haber podido expresarte el cariño que siempre te tuve, al igual que a mi madre, que tanto te quiso y te quiere. Mi hermano dijo el otro día: "yo también lo extraño mucho". Y nos reímos de aquella frase de "It's good to be back among the magnolias!
No puedo creer que te extrañe yo tanto, jefe. No solo yo, ¿sabes? Te extraña mi madre y mi hermano.
La peque y su mamá te van a caer bien.
Te mando un abrazote.
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