El problema de los blogueros profesionales es que quieren dar su opinión de todo, a lo que ciertamente tienen derecho. A lo que no tienen derecho es a imponer su opinión sobre mi.
Leo muchas idioteces, pero cada quien tiene derecho a decir lo que le venga en gana. Yo no tengo porque leerlo y puedo dejar de seguir a quien no me cuadre. El problema es el bloguero profesional que quiere formar opinión.
Se comportan como fascistas...
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