Lucía es una de mis primas de mayor edad, anda pegándole a los setenta años de edad. Y para que vean que tengo una familia dispar, también tengo una prima que apenas tiene los diez años de edad.
Lucía se casó en 1965, cuando tenía, quizá, 25 años de edad. A los pocos meses de casada llegó a casa una noche y le dijo a mi papá: "te manda saludar mi papá y me dijo que viniera a platicar contigo, que tú podrías ayudarme".
Mi papá le respondió preguntándole; "¿qué pasa, m'hija?"
Ella le respondió, que su marido había comenzado a golpearla y le preguntó a mi papá: "¿que hago, tio?"
La respuesta fue rápida y sencilla: "déjalo".
"pero tio, es que lo quiero mucho"
E igual de rápido vino la siguiente: "ah, pos entonces quédate".
La conversación inmediatamente cambió de giro y el tema no se trató mas, hasta que unos meses después regresó Lucía.
"¿Ahora que pasó?", le preguntó mi padre.
"Después de lo que me dijiste, pues me quedé con él, pero me siguió pegando. Pero ya me dí cuenta de que por mucho que lo quiera, este hombre no tiene remedio y ya lo dejé"..
Lucía se quedó a merendar ese día, a mi me mandaron a la cama, y con Lucía hicieron un planecito de acción para que saliera adelante con el hijo (o hija, ya no me acuerdo) que había tenido con ese bestia.
Lucía tuvo problemas económicos después de eso, pero no se murió de hambre y no fue sobajada después de eso.
Debería yo de darme una vuelta uno de estos dias, para ver como le ha ido...
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