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Conversaciones entre el Llaverito y Yo

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Why am I doing this? Well, just to write down some things that come to me now and then. It is mainly for my own entertainment, but I also use it for more serious things, like studying and reviewing things I like. I also tell publicly what I should be telling privately. It is written both in English and Spanish but not side by side. Some things sound better in English and some sound better in Spanish.


You are welcome to nose around.


domingo, 20 de septiembre de 2009

Una Mañana Tranquila

Una mañana tranquila de fin de semana, como aquellas de mi niñez y adolescencia, en que despertaba yo razonablemente temprano, para buscar a mi madre y padre en su habitación por la que entraba con algo de timidez el sol de la mañana. Aunque me levantaba yo temprano, digamos que siete y media u ocho de la mañana, para esas horas mi padre ya salía de la regadera, se vestía y salía, a pie, a comprar sus periódicos. Esos periódicos era una lista que incluía Excelsior, News, y el Esto.

La salida de mi padre nos indicaba a los demás que era hora de prepararse para el desayuno. Si tenía yo tiempo, considerando la hora de salida de mi padre, me dirigía yo a la regadera también. Si no era posible, el regaderazo sería a media mañana. Mi madre bajaba a la cocina y al mismo tiempo nos daba las opciones de desayuno para esa mañana de fin de semana. Siempre había opciones, aunque mi padre y yo eramos carentes de imaginación y lo que nos pusieran enfrente nos lo comiamos. Mi hermano era mas aventurero para el desayuno y entonces la decisión quedaba en él y mi madre. En el aire flotaba el aroma a tocino, o alguna salsita picante, o de pan tostada a la francesa-

Cuando regresaba mi padre, le volaba yo las secciones del periódico que me interesaban, y la mejor de todas eran los comics del News, seguida de la sección de política, nacional e internacional. Mi papá se iba a la sección de los deportes, porque para él siempre había un deporte en que fijarse, ya fuera beisbol, futbol americano, futbol colegial, etc. La lectura se hacía entonces en la sala, donde también entraba el sol de la mañana. Mi padre aprovechaba esos instantes antes del desayuno para poner música en el estéreo. Los gustos de mi padre eran muy ecléctivos e iban desde opera y música clásica hasta las canciones rancheras de los años treintas, representadas por Lucha Reyes, pasando por Agustín Lara y el boogie woogie y otras de Glenn Miller. A mi me gustaba la de Caminito de Contreras, de Lucha Reyes, y Farolito, cantada por Agustín Lara. La música seguía en casa como hasta medio día.

Mi madre requería de ayuda en la mesa de desayuno y entonces mi hermano y yo, apresurados por mi padre, poniamos la mesa y ayudábamos a servir. Pronto venía el llamado: "ya vénganse". En el desayuno se hacía el plan del día, que era siempre de actividades en conjunto como ir de compras por la mañana (siempre faltaba algo en casa) y comida en casa para ir al cine temprano por la tarde. En ocasiones, y ya mas grandes, a mi me tocaba ir de excursión con mis compañeros de prepa o a mi hermano le tocaba marchar. También, ya mas grande, me podía tocar ir a cubrir algunos de los encargos de mi padre, relacionados con el negocio.

El desayuno podía continuar indefinidamente porque la conversación entre los cuatro se alargaba, siempre sobre un tema como la escuela, o el trabajo de mi padre, que desde mis dieciocho años fue negocio propio de mi padre., o sobre política, o un posible viaje en el futuro, en fin, siempre había algo de que platicar.

En muchas ocasiones hubo huéspedes en la casa, que iban desde un compañero de universidad de mi padre, hasta unas norteamericanas. Con el amigo de mi padre, Ed Morrisey, la conversación era de antropología. Con las gringas, la conversación era de todo un poco. Una de ellas me dijo un día: "los mejores fines de semana en mi vida fueron en tu casa, después del desayuno, conversando con ustedes, y con la música que tu papá ponía en el estéreo".

En otras ocasiones, era posible que nos levantármos temprano para ir de visita a algún lado, como Xochicalco, Las Estacas, Taxco, Puebla, Querátaro, Toluca, etc. Mi papá siempre fue aficionado a conducir, así que íbamos y veníamos el mismo día.

Yo recuerdo todos estos dias con una mezcla de añoranza, pero también de terreno cubierto que debe ser dejado atrás, ahora viendo al frente con los nuevos retos que nos han sido lanzados y que deben de ser enfrentados.

Es como esos días en carretera, siempre preguntándome que habría después de la curva que veía yo adelante. Veo la vida de la misma manera, ¿qué hay después de la curva que veo adelante de mi?

La mañana del día de hoy también ha sido tranquila. Me he preparado un buen desayunito, tengo lectura que hacer en Internet. Me he tomado mi café de la mañana y he compartido mi mañana con Ustedes.

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